Todos sabemos lo importante que es la protección solar para evitar las quemaduras, envejecimiento del la piel y cáncer cutáneo.

Una de las claves para evitar estos problemas es evitar las horas centrales del día, entre las doce y las cinco de la tarde.

Actualmente las jornadas de exposición al sol son mucho más largas de lo que nuestro cuerpo puede soportar, y aún así lo forzamos. Lo forzamos tanto a producir melanina, que es la proteína que nos broncea y nuestra propia protección natural frente al sol, que dejamos agotado a nuestro propio sistema de defensa ante los agentes externos.

Si te vas a exponer al sol mejor elige un protector solar en crema con filtro físico porque es la opción más sana y natural. A día de hoy los más seguros son los de cultivo ecológico y se encuentran bajo el nombre de dióxido de titanio o dióxido de zinc. Y lo ideal es que su composición lleven aceites vegetales como el aceite de coco, manteca de karite, aceite de almendras…

Ya sabes, disfruta de los rayos solares de modo inteligente y con salud, evitando las horas centrales y con un protector solar de calidad libre de derivados de petróleo.